martes, agosto 30, 2005

¿Quién querrá ser john malkovich?


Ayer pensando en mucha cantidad, me surgió la odiosa pregunta que viene a resumir mi contradicción más recurrente de los últimos meses (o de siempre):
¿Será un defecto vicioso crearse miles de ideas y no llevarlas nunca a la práctica? ¿Tendrá más valor esa persona eficiente, emprendedora, pragmática, que sí logra concretar al menos uno de esos pensamientos demandantes? ¿Como cuantificar ese valor? ¿Que es eso de concretar pensamientos demandantes?
No haré un ensayo antropológico al respecto. Primero por mi ignorancia en la materia y segundo por mi inconsistencia en acotar reflexiones atingentes, me iría por las ramas fácilmente, más de lo habitual. Me complica demasiado alternar ocurrencias inmediatas, moldeadas por el hemisferio cerebral derecho (¿o izquierdo?...debiese saberlo), con esa capacidad loable de traspasar ideas en estado virginal al papel. Y mis ideas no son precisamente virginales, pero ese no es el mayor problema, lo terrible sería realizar un híbrido de ensayo corrompido por el desórden, la mediocridad, y el mal gusto, perdiendo el foco de lo quiero transmitirle a mi honorable audiencia, o a uno mismo después de 12 meses.

En conclusión, me gustaría hacer un ensayo sobre las inquietudes planteadas arriba, aplicando el poético acto de no filtrar nada,manteniendo un punto de vista constante, una línea discursiva generosa con el estilo y la originalidad, un desarrollo potente de imagenes para contagiar al más anémico lector de mi ideario rebuscado. Rebuscado sin voluntad, sin querer queriendo. Inevitable.

Entonces solo responderé algunas de las preguntas autopropuestas. El ensayo otro día.
1) Sin duda que es un defecto vicioso no darle un sentido real a las miles de ideas nacientes, porque de esas miles, hay por lo menos diez con carácter de "realizables", es cosa de despojarse del ocio y lavarles el rostro. Por ejemplo, el otro día pensaba comprarme un destacador fluorescente (mis apuntes están muy descoloridos), entonces fuí a una librería del ramo y lo hice; aún no abro el lapiz destacador, parece que de tanto pensar me quedó gustando la idea de comprarlo, no así de usarlo. Idea totalmente concretable.

Terreno más volátil, ayer pensaba en el actor John Malkovich, actor de si mismo en "Being John Malkovich" , traducida al español sería "siendo john malkovich", "¿quieres ser como john malkovich?", ustedes conocen las traducciones de películas. Ok, en el supuesto que el título sea "¿Quieres ser como john malkovich?, se me ocurrió deformar la pregunta y plantearla así: ¿Quién querrá ser John Malkovich? también es una idea, una pregunta, una inquietud, susceptible de ser llevada a la práctica conociendo la respuesta. Tan simple como eso. Bastaría contactar a su agente y hacerle la pregunta, o buscar un recorte de prensa donde la hallan hecho. Ve? super fácil.
Segunda conclusión: "el ocio es más fuerte que yo y me impide llevar a puerto los lumínicos pensamientos demandantes".
Da para mucho más, pero me quedaré tranquilo por hoy con la segunda conclusión, tratando de superarme al respecto; no responderé las otras preguntas por respeto del poco tiempo y el mucho espacio ocupado. ¿Alguna periodista de lindo nombre me enseñaría a redactar mejor en menos espacio?. Se le agradecería. Ah, se me olvidaba, soy santiaguino. Desde siempre. Eso.

Disculpen por dar la lata...cualquier reclamo o sugerencia al 1-800-456-654-3.
Este delirio va dedicado al abogado de Kramer, el extraño amigo de Sainfield, aquél personaje de color que me hace reir por la forma de enfatizar sus adjetivos entre comas. Muy divertido. Ya me estoy acordando. (jajaja)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Increíble, recién pensaba lo mismo sobre ti. Leí los comments de tu público expectante de romance y me acordé de esas cosas que nunca llegan a destino, el típico "vale otro" del palo de helado que nunca cambiaste, la carta que escribiste y nunca enviaste, la puteada que debiste mandar, pero mejor te callaste, la dedicatoria del libro que mejor omitiste, los millones de "te quiero", "perdón", "te extraño" y otras expresiones dignas de Village que nunca dijiste justamente por Village, todo lo que debiste hacer y después pensante "¿para qué?". Me acordé también de tu supuesto "egoísmo", del que hablaste en otro post, cuando pediste un teléfono y después no llamaste. Lo mismo que ahora llamas "vicio de falta de concreción" o simplemente ocio. Tampoco creo que sea eso. Ni sé lo que es. Pero si así eres feliz me parece bien que sigas siendo "egoísta" o poco concreto o algo ocioso. Quizás no sientes necesidad de ser o estar de otra manera. Quizás por eso dices que las prioridades no están claras. Quizás podría ser azul marino o celeste cielo. Quizás el impulso desmedido sólo aparece cuando tienes rabia, porque no lo puedes controlar. Todo lo demás tiene carácter de poco urgente, como esos papeles que se amontonan en un escritorio de una oficina pública. Para mí eso es raro, pero yo no me llamo Pancho Ramírez.

Pd. El post está muy bueno. La idea está clara y bien desarrollada. La redacción y el manejo del leguaje, increíbles. La extensión no importa si la lectura fluye y sí fluye. (Hay algunas faltas de ortografía, perdón el brujerío). Me gustó mucho. Es bueno mirarse y verse, dijo la periodista de lindo nombre.

Qué estés muy bien, Colomba

Pancho Ramírez dijo...

Impresionante...que sensación me deja leerte!!!
Querida Colomba, nunca me gustó Village, porque cuando iba en quinto básico me gustaba una compañera, y para su cumple le regalé una tarjeta "amistosa" igualita a otra que un compañero más despierto le había regalado minutos atrás. Coincido por cierto en lo de quitarnos la posibilidad de expresar nuestros nobles sentimientos. Terrible.
Noto cierta fijación en la idea de omitir las cosas;¿a donde van las lágrimas que no se lloran? ¿te has reservado muchos "te quiero" o muchos "te echo de menos" en el camino? A todos nos cuesta expresarnos en ese nivel, con matices claro, por eso mismo sigue capturando mi atención. ¿y la tuya?
Esa vez no llamé porque me dió pudor verme desde lejos tomando un rol que no me quedaba...tratando de conquistar a alguién sin muchas razones, porque si no más.
No llamé por jugar al "bacán", no me habría resultado.
Tampoco conozco de que se trata mi conducta, obvio, si no mis prioridades estarían mucho más claras. Me reconozco en un estado medio pendex, así como una inmadurez pactada con mi conciencia (diversa), potenciada por la presión de mis responsabilidades; hay una falta de decisión quizás (uy, esto es terapéutico) determinada por el panorama neutral de mis estimulos recurrentes (universidad, amigos más distanciados, proyectos no concretados, etc)...He sido feliz cuando me he jugado por algo que he querido, no tengas duda en eso,al parecer me he puesto más exigente con ello; por eso los papeles siguen edificando un trabajo pendiente, postergado.
Una señal: el tiempo que invierto en comunicarme contigo no me pesa para nada, trato de concretar las ideas que brotan ante tus estimulantes requerimientos. Ahí mi decisión se impone, tanto como mis prioridades,ellas se clarifican y me dan la pasada para jugarme por completo. Sin egoismo, sin ocio.
Duerme bien, descansa, y te deseo un buen día también.
Adios.

MarioSillard dijo...

coincido con colomba, está muy bien armado el post, y lo q hablas es algo q a mi al menos me ha pasado, y lo he dado vueltas en varias conversaciones con mis amigos.
Lo peor, es que antes me parecía q lo q pensaba sí lo llevaba a la práctica, y que ahora estoy más ocioso como dices tú...
A veces, quiero pensar que es relativo, que antes tenia menos 10 proyectos y concretaba 8, y que ahora tengo 20 y sigo concretando 8, por eso me siento más ocioso. Pero no sé si tengo razón.
Otras cosas que me dan lata, es q conozco harta gente más empírica, que no vuela tanto como yo, y que sí concreta lo que piensa...

en fin, no lateo más...
buen blog francisco...