
¿Qué razones determinan una decisión de ese tipo?¿Existe realmente una conciencia formal que apoye tal decisión?¿Es la escritura un oficio sustentable y auténtico como para querer apropiarse profesionalmente de él? (¿Tienen que ser auténticos y sustentables los oficios para poder convertirse en profesiones?)
Sobre las razones no tengo muchas certezas, más si el oficio se presenta con tantas formas, recovecos y direcciones, que es complejo referirse a base de un solo criterio explicativo. Más si el acto se desarrolla conforme a una espontaneidad o a una necesidad de expresión alienada en lo cotidiano como fuente de un discurso. Por eso será mejor esperar a Poli y ver que necesita expresar a este respecto. Sin embargo, si él afirma con tono riguroso que está trabajando en los motivos por los cuales decidió dedicarse a escribir, debe ser porque surgió en su vida un punto de inflexión, súbito o gradual, que lo llevó a tomar esa decisión. Un buen día se dijo a si mismo que esto era lo suyo y que nada ni nadie podría reconvertirlo de tan necesitado camino. Razones habrán para regalar a las masas, y nadie mejor que él para explicarlas, pero seguro nacen de dos orígenes visibles:
- El surgimiento gradual o súbito de una conciencia funcional al ejercicio literario.
- Un acontecer ineludible de variado orden, muy probablemente político, que catapultó esa conciencia a un camino definido.
Si es que existe una conciencia formal que apoye esta decisión, habrá también una conciencia informal subyacente que determine el apoyo a este oficio. Donde determinar no es sinónimo de respaldar positivamente la primera conciencia, sino más bien cuestionarla y ponerla en jaque para revolver sus propósitos, límites y destinos. Incluso en caso que la decisión se lleve a cabo de manera visceral, habrá sentido en desentrañar los propósitos de ambas conciencias, limpiándolas de la niebla emocional que mucho transforma nuestra razón, pudiendo enfrentarlas en veredas opuestas aunque no enemigas.
Me retracto de la forma majadera en que formulo la tercera pregunta, de si acaso la escritura es un oficio sustentable y auténtico como para tomarlo desde lo profesional. Primero porque lo auténtico está implícito en lo sustentable (como en muchas otras condiciones virtuosas), pero creo que lo digo para recalcar la nobleza de un ejercicio precioso y humano como pocos van quedando. Y dificil de mantener, consolidar y traspasar a los otros sino es a base de amor total por el ejercicio más allá del puro ejercicio.
También me retracto de la apoximación pragmática de la pregunta en eso de la utilidad profesional que tiene. La escritura concebida desde una conciencia, formal o informal, desde un sentimiento originado a partir de una experiencia vital, desde una resolución potenciada por el refuerzo emotivo que conlleva o simplemente desde un instinto (nada menos), no estará nunca sirviendo a los objetivos ordinarios de quién quiera conseguir metas desechables sin que éstas conformen a la larga un motivo de expresión necesario para el alma.
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