Por más que el subtítulo de este espacio pretendió renovar el agotamiento mental de quién escribe, permitiendo el desahogo natural de una vida mayormente ordinaria (de ahí el agote mental) mediante el silenciamiento antiesquizoide de las voces que deprimen mi juventud, debo confesar mi ineficiencia a la hora de transparentarme como quisiera con todas mis verdaderas ganas. No obstante esta lata introductoria a lo que viene ser mi último posteo por aquí, estoy agradecido de alguna fuerza sobrenatural que propició un atrevimiento inesperado de mis instintos expresivos, los cuales me llevaron en parte a tomar distancia de mi cotidaneidad, permitiéndome desafiar el camino no explorado de registrarme en la historia personal. Con tal motor implícito e inconciente de refugio existencial me fue más fácil hablar sobre los defectos que brotaron a destajo en comentarios espontáneos, revelando parte de mi esencia, sin mucha preparación estilística ni pretensiones de llegar a la luna con mis palabras, sólo con el instinto básico de permanecer tranquilo ante la necesidad asfixiante a ratos de escribir con cierta coherencia y respeto por mis ocurrencias ("léase voces de mi conciencia").
El resto es ocio, juego, desparpajo, desafección por un mundo retorcido, del cuál soy parte a veces, otras menos, porque tomo palco y evito penetrarlo para no confirmar esa apreciación desarraigada.
La intención vale por dos, la intención noble de desnudar el alma a través de las palabras, las potentes palabras evocadoras de la vida y sus recuerdos, la nostalgia y el misterio, el destino y el amor, la familia y el sexo, los cables del tendido eléctrico y sus pájaros, el miedo y la carne, Dios y su ayuda.
Siempre podremos relativizar los recuerdos en orden al tiempo que nos corresponda vivir, los niveles de compromiso con la memoria y nuestras batallas; siempre estará la chance de borrar lo malo y potenciar lo fructífero de esta vida, esas razones tal vez favorezcan el magnífico sabor que me deja haber escrito aquí, sin tanta rigurosidad, pero con mucha intencionalidad y fé en el desahogo. Y en el caos como alguién lo dijo antes.
Ahora es tiempo de caerse más, atreverse más, cruzar mejores puentes, elevar el techo espiritual que complete nuestras carencias y nos lleve a un lugar indescriptiblemente feliz.
Quién sabe, el mundo que veo es retorcido, no asi la vida, la vida es mujer, para adorarla, ofrecerle devoción eterna por sustentar los valores más trascendentales de nuestro tiempo. Y perdón si hay algo de machismo en lo que digo. He aquí un sello propio, pedir perdón, soy bueno para pedir perdón, más cuando niño, menos ahora que tengo más años pero sigo niño.
Es necesario cerrar ciclos, sentir que podemos avanzar hacia otros lugares capitales, aquellos imprescindibles para mantener la paz interior durante horas, alterando la ansiedad atemorizante, construyendo nuevas imagenes para el anecdotario onírico, alegrándonos de vivir momentos inagotables de luminiscencia, contagiando afición por un aire expansivo del coraje, recibiendo ambiciones de poder abrir mil y una puertas que aparezcan en la ruta...desconocidas, tentadoras, psicológicas, complejas y deseables.
Cerraré este año como un ciclo, esperanzado de encontrar una felicidad más permanente, esperanzado de recobrar entrañables convicciones perdidas en sufrimientos, arrojado a una lucha con final paliativo de opacidad, nubazón y letargo. Cerraré este año con gestos austeros, que impliquen delinear conexiones puras con momentos vividos realmente felices, tan felices como irrepetibles, tan anhelables como imposibles, y es verdad, son momentos reales por la complementación inevitable de lúgubres situaciones determinantes, las cuales permanecerán apagadas en el recuerdo, pero vivas, aún vivas.
"Nada es verdad, todo está permitido" reza el dicho beat, y lo tomo prestado para definir el espíritu aliado de estos modestos escritos; con todas las contradicciones éticas que pude haber expresado, con toda mi inconsistencia juvenil, con toda la desorientación agobiante, traté de buscar mi propia verdad, incluso faltando a lo objetivo, sólo para desenfrenarme al desbarrancadero, aquel destino necesariamente revolucionario para nuestra expansión.
Por distintas e inexplicables razones, actualizar esta bitácora significó cambiar de ropa e interactuar con variedad fantástica de gente, mantener una respetable conexión ultravirtual en lo humano, apelando al fortalecimiento de la tolerancia como ejercicio constructivo de carácter, en mi caso muy aportativo.
Gracias a cada uno de ustedes que interactuó conmigo, cada uno que se sintió motivado a dejar un mensaje generoso y divertido, y no divertido también, gracias por tomarse el tiempo de hacerlo, por más sobrevalorado que esté el preciado "tiempo", gracias por corresponder mis verdades inventadas, materia prima de un mundo más llevadero, gracias por formar parte de mi 2005, gracias por atestiguar desde la distancia y desde el desconocimiento mi crecimiento solvente de los nuevos momentos por conquistar. Mil gracias.
Nunca pusé la lista de los partners que visité, ustedes saben muy bien quienes son, incluso los descreídos de mis visitas pueden estar confiados de eso, también los pasé a ver, aunque no tengan idea. No puse la lista por "ignorancia inexcusable", nunca supe como se hacía y tampoco quise averiguarlo, supongo no es importante a la hora de los finales.
En especial agradezco a una persona anónima que llegó a tiempo para alegrarme el corazón. Me conminó a crecer como persona y lo ha logrado, demasiado. Como te dije una vez..."gracias por estar aquí". Gracias por representar un referente de cariño y admiración. Desde que viniste le hablé al mundo a través de tus ojos. Y me hablé a mi mismo, me escuché, eso fue lo mejor.
Agradezco a las canciones que acompañaron la gestación de mis palabras, fueron sin duda la mejor excusa para escribir sobre verdades inventadas.
Agradezco a las fotos por su acción quijotezca de expresar 100 palabras en un fugaz momento de descubrimiento.
Tal vez nos veamos el otro año, si las ganas de seguir luchando se mantienen incólumes, si mi norte lo indica así, si necesito meter la cuchara en lo que sea. Las voces de mi conciencia seguirán hablando, espero llegar a conocerlas mejor, espero darles una iluminada identidad.
Por ahora no más, estoy cansado, necesito cerrar otros ciclos, desligarme de muchas formas de atadura, cierro este blog, necesito cerrar los ojos un rato, quiero vivir más la vida.
Felicidades a todos.
Gracias a todos.
ADIOS.
viernes, diciembre 30, 2005
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4 comentarios:
Una cosa no resta a la otra, creo... pero suerte en su vida. Fue un gusto leerle.
Un abrazo
siempre pasaba leia y me retiraba, en silencio como suelo hacerlo..
este era un buen lugar
adios y fortuna
pancho, pancho panchooo...
uf!, que llegué tarde!... bue', el blog nunca debe convertirse en algo latero o en una obligación, si pasa eso es mejor retirarse. Asi que me resignaré a que otro bloggero ñás desaparezca.
Suerte!.
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