domingo, agosto 19, 2007

Otras voces, otros ámbitos

Leo la primera novela de Truman Capote. La escribió cuando tenía apenas 23 años. Es un deleite para mi imaginario desparramado que me exige originalidad. Incluso me gusta porque encuentro coincidencias no forzadas en la forma de adjetivar que utilizo sin haber leído nada de él antes.
Un pasaje ilustrativo:

" Y entonces Mrs. Jimmy Bob fue a St. Louis, se alquiló un cuarto, regó la cama de querosén, se acostó y encendió un fósforo. Estanque del Ahogado. Así lo llamaba la gente de color. El lodo del viejo arroyo, filtrándose lentamente por entre las fuentes de caliza, tiñó las aguas de un color maligno. Los prados, los caminos, las sendas, se cubrieron de vegetación silvestre; la ancha galería se derrumbó; las chimeneas se hundieron en la tierra pantanosa;árboles desarraigados por las tormentas se recostaron contra la galería, y serpientes acuáticas, reptando por entre las cuerdas, componían canciones nocturnas en el carcomido piano del salón de baile. Era un terrible hotel, de extraño aspecto. Pero Pequeño Luz de Sol (*) se quedó en él. Era su hogar, decía, porque si se iba, como lo había hecho una vez, otras voces, otros ámbitos, voces perdidas y nubladas, arañaban sus sueños."

(*): Pequeño Luz de Sol se llama un ermitaño de color que vive en ese abandonado hotel , y que al parecer tendrá injerencia chamánica en la vida del protagonista.

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