
Bachelet leyó un extracto del vaso de leche, en la biblioteca de santiago, celebrando el día del libro.
Yo estoy leyendo esos cuentos. Se hacen placenteros para reposar del diario almuerzo tardío que disfruto al llegar de la u. Tipo 18 de la tarde. Son empáticos, porque no potencian el letargo inherente a una comida en mitad del día. Te permiten seguir remando contra la corriente de miedos que acarrea el aprendizaje, los papers, las exposiciones, las memorizaciones, etc, etc, etc. Te ayuda a apreciar los sencillos detalles de sencillas personas que engrandecen al género humano.
Y a la especie.
La miseria, el abandono, la ternura, por sobre todo la ternura y el desarraigo, forman un mundo de personajes cada vez más despreciados en esta sociedad, por la banalidad de lo material. La tontería. Manuel Rojas sabe lo que dice cuando habla de rotos fatales, y eso llega hondo.
Una dicha seguir sus narraciones. Es uno de mis libros favoritos de "la vida".
En pichidangui, como hubo tiempo para todo menos para descansar, me dí cuenta de lo valioso que son algunas personas, lo mucho que te entregan sin que lo notes. Cuando lo notas empiezas a ser feliz. Entonces la felicidad favorece la claridad mental, y la claridad ayuda a disernir entre lo que nos gusta y lo que no.
Hay palabras que no me gustan nada, casi las odio, como muchas que terminan en el sufijo ivo, a saber: incentivo, productivo, creativo, comprensivo, narrativo, etc.
Palabras con terminación able, a saber: desechable, confiable, comparable, etc.
Obvio también la odio como palabra. No me gusta como suena. Nada. Pero pucha que la uso.
Lamentablemente quisera acordarme de más ejemplos, tratando de hacer catarsis con estas palabrotas, mis propias groserías, pero no me acuerdo. Nada es tan fácil como parece.
Algo de catarsis habré logrado.
En pichidangui canté, bailé, tomé, grité, corrí, comí, dormí, pensé, escribí, excursioné, atajé, fumé, escondí, acampé, viajé, escuché, oí, bostezé, molesté, burlé, critiqué, acepté, desprejuicié, juzgué, motivé, conocí, representé, imité, lideré, madrugué, trasnoché, excité, incentivé, limpié, ordené, y me vine a la casa.
LLegué a la casa con nuevas perspectivas (ahí apareció otro ejemplo que odio).
Es rico viajar, lo hace a uno más feliz.
1 comentario:
mmmmm, miauuuu !!! (no te escribo nada concreto así no te enfadas, como odias las palabras...;-)
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