jueves, febrero 28, 2008
Hoy
Me sudan las manos, siempre. Más en verano. Desagradable. Leí sobre el fascismo italiano. Benito Mussolini fue un dictador intelectual, pero dictador al fin. Leí una novela que narra con especial gusto la italia provinciana de ese tiempo, tiempo fascista: violencia, antimaterialismo e irracionalidad. Con esa meta fue configurada la historia, poder reflejar el imaginario colectivo ideal, país liberado en su campo, desatado en su vida rural, salvaje, sin ataduras políticas que oprimiesen duramente al país como en esos años. Vaya, vaya, vaya el poder de la palabra. Salí con mi perro a la calle, se soltó de la correa, corrió a la calle, me sudaron más las manos. Es pequeño y temo que su instinto bucólico lo traicione al atrevesar la avenida, poblada de autos. Lo quiero mucho, me evoca demasiada nostalgia, me inspira demasiada ternura, me transmite mucha poesía, casi lo mismo que consigo al enamorarme de una mujer, o prendarme por lo menos. Pensé hoy que veinte años si es mucho tiempo al igual que los cinco minutos que te tomas en pensar eso. Y mientras pensaba me sudaban las manos. En la tarde, mientras bajaba el calor ambiental, mas no el de mi cuerpo (disculpen la chulería), resolví llamar a una antigua amiga de la vida, me contestó animada pero cansada de la jornada, le dije si podía visitarla y se mostró interesada en eso, aunque al final remató con un "prefiero que nos veamos mañana, almorzemos en el centro y después veamos que pasa, total no trabajo", le dije que la llamaría, sin embargo mi calor corporal se esfumó apenas colgamos, mañana ya no es hoy.
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2 comentarios:
Muero por tu facilidad de eliminarme, yo tambien quiero ser asi, pero soy mas mamona.pf!
"Harto del sarcasmo, sube el precio del silencio"
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