Kardan cayó enfermo. Su tío le dijo:
¿Qué deseas comer? La cabeza de dos corderos.
No hay.
Entonces, las dos cabezas de un cordero.
No hay.
Entonces no quiero nada.
¿Qué deseas comer? La cabeza de dos corderos.
No hay.
Entonces, las dos cabezas de un cordero.
No hay.
Entonces no quiero nada.
Ibn Abd Rabbih, Kitabal idq el farid, tomo III.
2 comentarios:
es que a veces uno sólo quiere lo que quiere.
Asi es no más pues queridísima.
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