Ya sé que dialogar con la riquísima cultura mexicana, sobre todo viniendo de un gringo, puede tener una doble lectura para la intelectualidad hispanoparlante.
En una vereda están los que ensalzan la lucidez del artista por darle un sentido universalista a su obra, con total espontaneidad y frescura, manteniendo ese sello localista, cercano, transgresor y transversal, tan propio de Hansen.
Al frente se encuentran los escépticos, dogmáticos e impenitentes sabihondos que menosprecian la intencionalidad del arquetipo "gringo progresista", "gringo culto", "gringo vanguardista", que se permite conocer a fondo una cultura bastante vapuleada por su patria, al menos en lo discriminatorio, y que sólo consigue ridiculizar su carrera, sin entregar ningún valor artístico.
Lástima que Beck no venga a Chile, habría estado "de pelos".
2 comentarios:
no tenia idea que no venia, hubiese sido interesante. Ignoro si hay mucha gente fanática de su música, pero es igual entretenido que lleguen músicos con propuestas que no son las usuales que el público norteaméricano esta acostumbrado a escuchar, aunque sean artistas populares. Por lo menos, para la inmensa minoría.
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