Sky blue sky

El mejor disco que he escuchado este año se llama Sky blue sky de aquella grandiosa banda oriunda de Chicago llamada Wilco.

En palabras de su lider y compositor principal Jeff Tweedy, "es un disco de canciones hecho por una banda que se siente muy cómoda cumpliendo ese rol juntos, atendiendo a la idea que todo lo que hacen está en el lugar donde tiene que estar, y eso es haciendo canciones para la gente". Me parece que con tal claridad se pueden enfrentar nubarrones grises y desconocidos.

Aunque al principio lo encontré un disco correcto y sin mucho riesgo, luego fui entendiendo que el riesgo estaba camuflado en la nueva estructura de sexteto que se venía forjando desde el disco anterior (The ghost is born, 2005), por la dificultad que tiene mantener estructurada una banda cuando ya no son las mismas personas que empujan el instinto creativo y aun asi producir música de verdad. Aunque eso sea un mérito de personas más que de artistas.

Se podrá decir que Wilco suena a "The Band moderno", que para ser honesto con su público ésta no es más que la pandilla de Tweedy amparando su talento, que es música muy enraizada en norteamerica y que los referentes son demasiado notorios, y además se podrá decir que hasta el alcoholismo es uno de esos referentes gastados por la cultura del rock and roll para fabricar buenos discos. Ok, todo puede ser aceptado y concedido, pero me pregunto si ¿es necesario hacerlo de otra forma si las cosas funcionan bien tal como están? La respuesta es personal e intransferible.

En lo que a mi concepción de lo que es hacer buenos discos, Sky blue sky califica por su honestidad ante todo, su simpleza (que en lo hondo es de una dificultad multiplicada por 6...y varios individuos más...que participan en la grabación), su brillo tal como lo anticipa el título, presagio de mutaciones positivas después de oírlo, su intención velada de transmitir un concepto sin caer en lo "conceptual", su prolijidad en cada acorde de cada guitarra que compone cada estrofa y cada estribillo, y finalmente su belleza afincada en letras poderosas que revelan mucha humanidad junto con melodías delicadas pero insurgentes, que matizadas con antológicos riffs revuelven las ganas de permanecer en la quietud contemplativa de los objetos.

Por esto y más que no creo pueda transmitir con palabras (y no quiero tampoco), Sky blue sky me parece el mejor del 2007.

Es un disco que invita a contemplar, agitarse y mutar, algo de lo que solemos llamar vida.